15 noviembre 2012

Otro sentido

La vida y la muerte y el valor que esta tiene. Se juega con ella como con un lápiz entre los dedos en un clase aburrida. Dependemos de todo y de nadie.
En este mundo que no para la girar cada quien vive en su propia esfera, con sus propias realidades y mentiras, con sus creencias y sus teorías.


Todos dicen querer un mundo de paz más bien saben que la paz no es buen negocio, y todos saben que todo es un negocio. El valor de la vida no es más que monetario en los ojos ordinarios. Cuanto cuesta un ataúd, un seguro, un entierro. Si bien lo único que tenemos seguro es la muerte, esta realidad atormenta a muchos durante mucho. De qué me moriré, qué será de mi, qué será de los míos, qué será de mi memoria.

Quien nunca se ha imaginado la vida sin sí mismo no ha explorado una buena parte del 'y si...'; la intriga del que sería de mi vida sin mi es tanto entretenida como perturbadora , ¿haría falta? ¿Qué rumbo habría tomado la vida de quienes me rodean? ¿Afecto o afecte yo sus vidas para bien o para mal? ¿Qué es bien y que es mal?. Muchas veces me imagino como sería la nada absoluta, si este mundo no existiera, si todo fuera un terciopelo negro y silencioso, y entonces agradezco a quien ese mérito pertenezca, la existencia de la vida.

Suelo comparar al ser humano como un parásito, pero peor. Todo lo que tiene. Lo usa y lo destruye y el mejor ejemplo de uso y destrucción es la vida misma. El problema no es que se destruya la vida propia a elección, el problema es cuando se el destruye a los demás. Cuántos sueños se van por la borda cuando un proyectil impacta a un inocente; cuántos destinos se verán afectados por ese proyectil; cuántas lágrimas se derramaran por esta guerra sin fin que es el convivir.

Cuando dejemos de ver fronteras, cuando dejemos de ver etnias, cuando dejemos de ver razones, cuando dejemos de ver monedas y billetes, ahí y sólo ahí, cuando ceguemos nuestro egoísmo el mundo girara hacia el otro lado. Hacia el lado bueno, donde lo más preciado y añorado no es un Rolex sino la vida misma en libertad y en plenitud.

Quiero girar al mundo.