16 enero 2014

Porqué a la gente buena le pasan cosas malas

Las personas más hermosas que llegamos a conocer son aquellas que conocen la derrota, el sufrimiento, la dificultad, la pérdida, y que han encontrado la salida. Estas personas tienen una apreciación, sensibilidad y entendimiento de la vida que los llena de compasión, amabilidad y amor. Las personas hermosas no existen porque sí. 

Esta pregunta me la hice muchas veces durante mucho tiempo. Era la pregunta que siempre hacia a mi fe fluctuar, y resulta que poco tenia que ver con el Dios que se me presentó hace unos días, pero antes de entrar a ese tema (que sí entraré) quiero primero empezar a desarrollar la respuesta a lo planteado. 
Hay quienes creen en el destino, en que todo esta escrito ya, que el Dios en el que creen tiene todo su camino trazado y creo que ahí esta el error. Yo no creo que Dios determine nuestros caminos pero sí es cierto que es más fácil creer en el destino, de alguna forma te quita un peso de encima el pensar que tú no podías hacer nada para cambiar las cosas cuando algo malo pasa, sin embargo al tomar una buena decisión te tomas todo el crédito contradiciendo totalmente tus creencias, el típico echarle la culpa a Dios cuando algo malo pasa, cuando la verdad es que todos estamos a la merced del libre albedrío. Y esto último lo aprendí del libro que estoy leyendo actualmente, se llama ``La Prueba del Cielo´´por Eben Alexander, es una historia real escrita por su protagonista, un neurocirujano que tras sufrir convulsiones a causa de una meningitis muy rara paso 7 días en coma, viviendo así una ECM o Experiencia Cercana a la Muerte, en el libro relata todo lo ocurrido en esta dimensión y la que sigue, a la que su alma fue durante el coma, donde conoció a Dios y lo que muchos llamamos Paraíso; considerando que es un hombre de ciencia que no creía en nada de estas cosas, el que le haya tocado vivir semejante experiencia convirtió su misión de vida el transmitir el mensaje de que sí hay una vida después de la vida.

El Dr. Alexander cuenta cómo conoció a este Dios, misericordioso, de amor incondicional, todopoderoso y hasta con sentido del humor, el mismo en el que me gusta creer. Para conocer más de su fascinante historia (que disipó por completo las dudas en mi fe que tanto quería resolver), te invitó a leer el libro. 

Continuando con el tema de hoy, a las personas buenas no le pasan cosas malas porque Dios sea malo, Dios creó el libre albedrío como dije anteriormente, por lo que nos encontramos constantemente entre el bien y el mal, siendo nuestra responsabilidad las decisiones y caminos que tomamos en esta vida. Claro, hay cosas que no entendemos, catástrofes que no podemos controlar, gente buena que muere antes de que nosotros estemos listos de dejarlas ir. Y aquí hay otro problema más: nunca nos han enseñado a aceptar la muerte de la manera más sana. Soy cristiana, creo en Cristo, Dios padre, Espíritu Santo, Virgen María y Ángel de la Guarda, creo en el mal y en el equilibrio entre este y el bien. Sin embargo nací también en un familia católica apostólica romana, y de esta soy mala practicante, más que por la familia no la seguiría en muchos aspectos pero también tengo todos los sacramentos que hasta mi edad se requieren: Bautismo,Primera Comunión y Confirmación, todos hechos por voluntad propia, supongo que como todo, tiene lo bueno y lo malo, en lo que coincido y lo que no, pero eso lo puedo dejar para otra entrada lo que quiero puntualizar aquí y ahora de la religión católica es que por lo menos a mí y a muchos no nos enseñan a ver la muerte como se debería, por lo menos a mi parecer. No nos enseñan a aceptar realmente lo que es la muerte, lo que sucede luego de ella, nos dicen que efectivamente hay vida después de ella pero realmente no sabemos manejar esta situación tan compleja como en algunas otras religiones se maneja de mejor forma. Aprendí más de la muerte y de aceptarla con una experiencia muy dolorosa que viví con compañeros y profesores en mi colegio el año pasado, un compañero muy querido fallecido a manos del hampa y durante varias semanas no podía sino llorar al recordar su nombre y su persona, ni siquiera nos habíamos graduado, estudiaba conmigo desde hacia 7 años, todos los días, todas las semanas y de repente ya no estuvo más, se le arrebató su vida sin más ni menos, de un minuto a otro. Y esta injusticia no tenia para mi sentido alguno, yo creía que Dios controlaba todo en este mundo cuando la verdad es que esto no es tan cierto. Entonces sus padres, que siguen creencias y religión distinta a la nuestra nos dieron una gran lección en una charla que nos dieron semanas luego del suceso, nos dijeron que él estaba bien, que se hallaba ya en la otra dimensión y que estaba feliz de no estudiar más química, imagínense mi sorpresa cuando esperaba escuchar la voz entrecortada de una madre desconsolada, que por supuesto que lo estaba pero se mantenía tranquila, relajada, llena de paz, una paz tan pero tan contagiosa que relajo un salón entero de alrededor de 60 o 70 personas llorosas. Su fe les dio fortaleza para sobreponerse a lo sucedido y para ayudarnos a nosotros a entender que si bien su partida fue muy pero muy prematura y muy pero muy trágica, él se hallaba feliz, tranquilo y haciendo lo que más le gustaba. 

A la gente buena le pasan cosas malas muchas pero muchas veces por decisiones que toman ellos mismos u otros, y creo que en esta vida realmente nos vemos afectados por los caminos que toman los que nos rodean aparte de los propios y lo que podemos hacer nosotros es simplemente ser mejores seres humanos, siendo personas agradables para nuestro entorno, atrayendo a semejantes. A la gente buena le pasan cosas malas porque por más duro que suene la vida verdaderamente no es color de rosas, como hay bien hay mal y de vez en cuando todos recibimos nuestra abofeteadita, nuestra dosis para equilibrar la balanza. Por ahí leí en estos días una frase cuyo autor no recuerdo pero decía algo así como que la vida sería muy aburrida si todo fuera felicidad. Yo creo que de todo tenemos que sacar una enseñanza, de todo tenemos que aprender algo. 

No te dejes engañar, hay miles de cosas que aún no entiendo, tragedias a las cuales no consigo un porqué, cosas que nunca debieron haber pasado, gente de la que no nos gusto decir adiós, pero creo también que aunque está en nuestra naturaleza el buscarle respuesta a todo, hay preguntas cuyas respuestas no podemos comprender, ni comprenderemos jamás o por lo menos no aquí. No entiendo por ejemplo, porqué a padres y madres de familia se los carcome día a día el cáncer, no entiendo porque hay personas tan malas en esta Tierra que solo viven con hacer el mal y que no reciben consecuencias o su mal de vuelta, no entiendo porqué tanta gente sufre y tantos se muestran indiferentes. Aprendí a no culpar a Dios. 

Sin embargo este es un tema muy pero muy complejo, el libre albedrío no significa que Dios no quiere grandes cosas para ti, no significa que el no te puede proteger, no significa que el no te puede ayudar. 


Hay dos maneras de dejarse engañar. Una es creer lo que no es cierto; la otra negarse a creer lo que es verdad. 
.- Soren Kierkegaard (1813-1855)
Filósofo y teólogo danés