17 septiembre 2012

Vivir del presente y no del futuro




No digas ''seré'', di ''soy''...

Esta frase me la encontré y me parece muy acertada; es un tema al que le he estado dando vueltas varios días ya, veamos: más allá de mi fe, realmente yo no se que haya después de esta vida, no se si vamos a otra y perdemos conciencia de esta, no se si Dios nos da la oportunidad de reiniciar la misma vida  para no cometer los mismos errores, no se si descansamos por siempre en el Paraíso junto con todas las demás personas iniciando la real vida y siendo esta una práctica, no se si tal vez, luego no haya nada. 

Entonces viviendo en esta incertidumbre y viviendo como estamos acostumbrados, pensando en mañana y no disfrutando hoy nos pasamos planeando y planeando que haremos después de esto o aquello y en algún punto de la vida nos preguntaremos ''¿Y ahora?'', me gustaría responderme a mi misma, cuando llegue en ese momento,: ''Ahora a vivir''. 

Luego de lograr todas nuestras metas y objetivos para con nosotros mismos, la familia o la sociedad, no queda mas que disfrutarlo, que gozar todo lo que hayamos logrado por pequeño que sea, porque, a fin de cuentas, ¿qué sabes tú que puede pasar mañana?. Aprovechemos el hoy, disfrutémoslo como más se nos antoje, sea leyendo, rumbeando, saliendo, durmiendo, comiendo o flojeando, pero que cada día valga algo para ti. Que cada día cuente, que en cada día te encuentres de repente sentado con esa mariposita revoloteadora, no en el estómago, sino en el corazón, esa mariposita que aparece cuando todo en tu vida parece balanceado, esa mariposita que me gusta llamar felicidad. 

Si bien planear y organizar nuestro futuro es parte de nuestra cultura y de nosotros mismos, (porque desde pequeños organizamos la boda, la profesión, la oficina etc), procuro disfrutar día a día con las pequeñas cosas, como reírme con mi mamá, mi hermana y mis papás, acariciar a mi perrito, escribirte esto, tocar piezas (super fáciles por cierto..) en el piano, comiendo y viendo las montañas que rodean mi urbanización, despertarme luego de una siesta, salir de la ducha, oler las toallas recién salidas de la secadora. 


No trato de darle clases de vida a nadie porque poco he vivido pero esto lo escribo mas que todo para mi, para cuando algún día, en unos años mas, recuerde este Blog lo lea y capaz me motive o me inspire. Así que ¡Hola yo misma! Espero que hayamos mejorado algo en estos años. 

La vida es muy corta; rompe las reglas, perdona rápido,
besa lento, ama de verdad, ríe incontrolablemente y nunca
te arrepientas de algo que alguna vez te hizo sonreír. 


PHESA