23 febrero 2014

Una madrugada sin un tema en particular



El brillo en los ojos luego de llorar es algo especial. En ese brillo que resulta del desahogo de tantas emociones que no saben como salir, hay algo ciertamente único; cuando te ves en el espejo luego de largarlo todo sientes tan ligeros tus hombros sin embargo tanta presión en tu corazón, se trasladan esas emociones y sentimientos de afuera hacia adentro. Pasan de haberte rozado, a haberte atormentado lo suficiente para hacerte llorar y finalmente ser asimiladas en tu corazón, he ahí la razón de esa presión, que puede ser confundido con dolor también pero cuya sensación yo hallo muy distinta al dolor, durante el llanto muchas veces sí, se siente dolor y bien hondo, incluso cuando el llanto es de alegría o de risa duele, pero siempre posterior a él encuentro aprendizaje, ya sea de ´´cosas importantes´´que no hay nada más relativo y subjetivo que eso o de los pequeños detalles que me encantan. 
Tanto quiero decir y de esta mente solo salen disparates esta madrugada, creo que tanto desorden de ideas se deba tal vez a haber visto tantas películas los últimos días, entre otras cosas de las que luego me desahogaré. Ahora me siento extraña, porque no estoy ni feliz ni triste pero tampoco en neutro, no se como se llama esta emoción. En esta madrugada solo tengo ganas de imaginar todo lo que me falta por vivir, todas las experiencias que anhelo tener, casi desesperadamente; tantas emociones que quiero sentir y que no se si lograré. ¿No te pasa que a veces te imaginas en una circunstancia que deseas y te encanta la sensación y lo quieres con tantas ganas pero al mismo tiempo no crees que se cumpla nunca en realidad?¿Que aunque lo quieras tanto realmente no te ves lográndolo? Cosas que crees que por más que las quieras no imaginas tener. Tal vez sean demasiado grandes para nuestra limitada imaginación o proyección al futuro. 

Un bulto más de disparates. 

Hablando de los pequeños detalles es algo increíble cuando los aprecias por primera vez, como que descubres algo que te hace feliz tantas veces pero a lo que nunca realmente habías prestado atención pero luego de hacerlo ya nunca lo puedes ignorar y ahora siempre que te traiga esa sonrisa no podrás pasarla por alto. Una de esos pequeños detalles que me hacen feliz, no se si es realmente un detalle pero en fin, es la sensación de tonta al sentirte enamorada, en la primera fase del enamoramiento, la más superflua por decirlo así, esa de ver al chico que te gusta (que por cierto en mi caso no creo haya posibilidad de ser correspondida, lo que es bastante molesto y desilusionante la verdad, porque como siempre en amores no correspondidos crees que serías perfecta para esa persona y él por supuesto para ti)...un paréntesis bastante largo, tengo que aprender a escribir, como iba diciendo, la sensación de ver a la persona que te gusta a lo lejos, la explosión cuando a lo lejos te voltea a ver, los nervios cuando sabes que te esta viendo y tú pretendes que sigues con tus asuntos de lo más normal como si no supieras que te ve cuando la verdad tu cabeza no para de preguntarse que significan esas miradas que para ti significan probablemente mucho más de lo que realmente son. Bueno, yo que nunca he tenido novio, no he tenido la dicha o para otros la tortura de estar enamorada en otras fases que no sea la primera, y me encanta lo técnico que suena eso de las fases pero es verdad, en el enamoramiento hay muchas a mi parecer; pero la que yo he experimentado que es esa primerita al verlo me atonta esos minutos y segundos de una forma tal que al salir de ese estado me causa tanta risa ver lo tonta que puedo ser y lo vulnerable que me puedo sentir que se convierte en un detallito que siempre aprecio. Gracias tú. 

Ese fue el último bultico de disparates de esta madrugada del amor y otras cosas como siempre en esta cabeza tan pero tan empegostosamente cursi que tengo y que pocos saben que existe.